El fin de las vacaciones estivales y la vuelta al trabajo no solo supone aceptar los efectos que implican el llamado síndrome postvacacional (cansancio, insomnio, irritabilidad, falta de concentración, etc.) sino también hacer frente a la vuelta a la rutina, donde entra en juego el concepto de la conciliación laboral y familiar.
La conciliación laboral y familiar
Como ya traté anteriormente en una de mis entradas de blog sobre la conciliación laboral y familiar durante el verano, se entiende como conciliación personal, familiar y laboral al equilibrio entre estos tres ámbitos, de manera que permita el desarrollo de cualquier persona en todas sus áreas.
Conciliación laboral y familiar tras las vacaciones
Las vacaciones de verano permiten a todos los miembros de la familia disfrutar de una flexibilidad y de una libertad horaria que no es posible durante el resto del año. Por ello, todo aquel que tiene menores a su cargo sabe que la vuelta al trabajo y la vuelta al colegio por parte de los más pequeños puede convertirse en algo muy complicado de sobrellevar.
Son muchos los padres o madres que por motivos laborales no consiguen alcanzar la conciliación a la vuelta de las vacaciones, lo que supone un gran handicap para miles de familias.
Esta situación pone de relieve la importancia de visibilizar este debate y de adoptar políticas que permitan una mejor adecuación de las condiciones del entorno profesional al personal.
Afortunadamente, este debate cada vez está más presente tanto en el Gobierno como en las empresas, y ya son muchas las que poco a poco van adquiriendo un mayor compromiso con sus trabajadores a la hora de poder compaginar mejor su esfera laboral con sus obligaciones familiares. Aun así, todavía son muchos los entornos en los que se sigue sin avanzar nada en este aspecto.
El papel de las empresas en la conciliación
Es muy importante que las compañías tomen medidas para favorecer la conciliación, y en especial con la llegada del nuevo curso escolar en el mes de septiembre.
Además, las empresas se están dando cuenta de que este tipo de políticas no solo beneficia a sus empleados, sino también a su productividad. Según un estudio realizado por la Fundación Másfamilia, la conciliación sigue siendo uno de los factores más valorados a la hora de escoger una empresa para trabajar (57%), seguido de otros como el salario (27%) y la imagen de marca (16%).
“Medidas como la implantación de jornada intensiva durante el mes de septiembre, horario libre para acompañar a los hijos el primer día de colegio o flexibilidad horario son muy aceptadas por la mayoría de trabajadores y sin duda influyen positivamente en la productividad”
Medidas para la conciliación laboral y familiar
No hay que irse muy lejos para comprobar esto, y es que algunos de nuestros vecinos europeos como Dinamarca o Suecia están a la cabeza de aplicar este tipo de medidas, entre las que destacan:
- Aumentar los periodos de bajas de maternidad y paternidad.
- Aumentar los periodos de lactancia.
- Dotar de periodos de excedencia.
- Ayudas para subvencionar libros y material escolar.
- Dotación de fondos para hijos con minusvalías graves, entre otras.
También, una de las claves en este ámbito reside en la posibilidad de conseguir una flexibilidad horaria y espacial, ya que al fin y al cabo en ese aspecto suelen residir algunos de los problemas que más tarde derivan en otros más graves.
Otras ayudas se traducen en iniciativas como la de facilitar a los empleados cheques guardería o poseer espacios dedicados al cuidado de los hijos de los trabajadores o brindar la oportunidad del teletrabajo, que debido a la pandemia se ha implementado en todo el mundo.
Llegados a este punto, también es importante destacar que seguir una serie de rituales para que la vuelta al trabajo no sea tan dolorosa repercutirá positivamente en el resto de aspectos de tu vida:
- Priorizar tareas.
- Establecer una comunicación fluida.
- Estructurar de manera progresiva las responsabilidades.
Beneficios de la conciliación laboral y familiar
Como se ha indicado anteriormente, este tipo de medidas no solo son beneficiosas para los empleados, sino que también para las diferentes empresas que las apliquen:
- Favorece la igualdad entre mujeres y hombres.
- Ayuda a retener el talento.
- Aumenta la productividad y reduce el absentismo.
- Mejora el ambiente laboral y la cohesión del equipo.
- Aumenta la implicación y el compromiso de la plantilla.
- Mejora la imagen de la empresa ante sus empleados, clientes, proveedores y el entorno en general.
En definitiva, en España aún nos queda mucho camino por recorrer en cuanto a este tema, pero es cierto que las diferentes medidas que ya se están planteando e incluso poniendo en marcha como, por ejemplo, el trabajo híbrido dejan entrever que en un futuro la vuelta a la rutina dejará de ser tan cuesta arriba.
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