Con la llegada de las vacaciones escolares vuelve a abrirse el debate de cada año: ¿es posible la conciliación de la vida laboral y familiar durante el verano?
Conciliación de la vida laboral y familiar
La conciliación laboral y familiar consiste en aplicar un conjunto de medidas que permitan que el trabajador tenga unas condiciones más beneficiosas a la hora de desarrollar su carrera profesional sin perjuicio de su vida personal y familiar.
Con la llegada de las vacaciones de verano los niños vuelven a estar en casa durante todo el día, y se plantea el interrogante de cómo es posible poder seguir conciliando la vida laboral y familiar durante este periodo de tiempo.
El concepto de la conciliación se suele tratar de entender desde la igualdad de género, en base a la persecución de una reestructuración de los sistemas de trabajo y sociales con el fin de conseguir una participación más equitativa de hombres y mujeres en el mercado laboral y en la vida familiar.
Entre los objetivos principales de la conciliación familiar y laboral está la modificación de roles y estereotipos de género, la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres y la mejora de los servicios de atención a personas dependientes.
La conciliación familiar en verano, un mal negocio para las mujeres
A través de un estudio realizado por el Observatorio Social de La Caixa, se llevó a cabo el análisis del papel que juega la mujer en la conciliación de la vida laboral y familiar durante los meses de verano.
Durante las siguientes líneas, se aportarán datos reales así como información útil acerca de la situación en la que se llega a encontrar la figura de la mujer en este escenario.
La conciliación durante los meses de verano
Son muchas las mujeres que pasan a la inactividad laboral durante los meses de verano para conciliar su tiempo con las necesidades de su familia. Por el contrario, los hombres suelen continuar con normalidad en sus puestos de trabajo.
Las madres son las grandes damnificadas en el terreno laboral, lo que puede acarrear graves consecuencias para ellas tanto a corto como a largo plazo. Una menor proyección profesional, unas peores perspectivas de salario o un futuro laboral menos seguro son solo algunas de las consecuencias de que las mujeres desocupen sus puestos de trabajo para tratar de atender las necesidades familiares.
Por todo esto, es un hecho que las mujeres sacrifican mucho más que los hombres su carrera profesional cuando llega el verano para ocuparse de las cargas familiares.
Inactividad
En los últimos años, se ha visto cómo se ha ido repitiendo el mismo patrón continuamente: con el inicio de las vacaciones escolares son muchas más las mujeres que pasan de la ocupación a la inactividad durante los meses de verano.
Entre el 2010 y el 2019, un promedio 325.730 mujeres pasaron a la inactividad laboral (ni trabajaban ni buscaban empleo) en el tercer trimestre del año, frente a los 220.260 hombres que tomaron esa opción, según la Estadística de Flujos de la Población Activa (EFPA) del INE.
Asumir las cargas familiares
Los principales motivos que llevan a las mujeres a abandonar el mercado laboral durante este periodo de tiempo son las necesidades familiares. Hacerse cargo del hogar, de los hijos o del conjunto de cargas familiares llega a ser incompatible con el desempeño de sus tareas laborales.
Un 35,9% de las mujeres que transitan la ocupación a la inactividad entre junio y septiembre admiten hacerlo por este motivo, frente a un 9,5% de hombres que abandonan el mercado laboral por motivos familiares. Además, y como se ha comentado anteriormente, el patrón se repite con exactitud año tras año, perjudicando gravemente a la mujer por asumir las cargas familiares durante el verano.
Nivel educativo y capacidades profesionales
Se ha demostrado que las mujeres que abandonan el mercado laboral en este contexto suelen estar más preparadas que los varones.
Los datos apuntan a que las mujeres que pasan a la inactividad en verano tienen un mayor bagaje educativo y más experiencia laboral que los hombres que se encuentran en la misma situación.
Las estadísticas las sitúan a ellas con un mayor nivel educativo, más cualificadas y con más experiencia laboral acumulada que los hombres que también abandonan el mercado laboral en el tercer trimestre. Por tanto, y a consecuencia de esta situación, se están perdiendo perfiles mejor preparados y con más experiencia.
Conciliación de la pareja
La llegada del periodo vacacional no tiene un efecto tan determinante para los padres como para las madres.
En el caso de las madres, pasan más a la inactividad aquellas cuyas parejas trabajan (22%), mientras que en el caso de los padres ocurre todo lo contrario (4,3%).
Salud física y mental
Todo lo comentado anteriormente puede traer no soólo graves consecuencias para la situación laboral de estas mujeres, sino también para su salud física y mental.
Graves enfermedades como la ansiedad o la depresión pueden derivar de situaciones de este tipo, por lo que es esencial conocer y ser conscientes de ellas, así como en caso necesario ofrecer la ayuda complementaria que requieran estas mujeres.
En definitiva, son muchas más las mujeres que abandonan el mercado laboral durante el tercer trimestre del año debido principalmente a tener que asumir las cargas familiares.
Los resultados que recoge el estudio expuesto a lo largo de este artículo ponen en evidencia las graves consecuencias que esta situación puede tener para las mujeres, repercutiendo negativamente en sus carreras profesionales, así como en su salud, sus salarios o sus pensiones.
Por ello, las conclusiones que se sacan a partir de esto son claras:
- La sociedad española debe trabajar para conseguir una efectiva conciliación laboral y familiar, impulsada por las autoridades políticas y económicas.
- La sociedad española debe realizar un reparto real de las tareas dentro del núcleo familiar.
Es importante no solo trabajar en estos objetivos, sino que todos y cada uno de nosotros seamos conscientes de las situaciones que se pueden llegar a vivir en este ámbito, para a partir de ahí poder perseguir el cambio.
Temas: