Cómo conseguir vivir de aquello que te apasiona

¿Podemos ganarnos la vida haciendo aquello que nos apasiona? La mayoría de las personas suelen quejarse de tener un trabajo que no les gusta e incluso jactarse de su capacidad para “soltar el boli” y llegar cuanto antes a casa. Esta rutina parece generar una bipolaridad, como si pudieran existir dos vidas diferenciadas en una misma persona: la vida profesional en la que nos sentimos insatisfechos, y la vida personal, esa que empieza en una clara línea divisoria al terminar nuestra jornada.

Cómo conseguir vivir de aquello que te apasiona

Paradójicamente, ocurre con frecuencia que dedicando valiosas horas del día a hacer algo que no nos gusta, somos capaces de generar beneficios a la empresa en la que trabajamos y esto puede ser a veces a costa de nuestra salud, con claros síntomas de estrés,  ansiedad o depresión. Esa extraña zona de confort puede hacernos sentir vacíos o insatisfechos, y… ¿no es demasiada corta la vida como para gastarla en hacer algo que no queremos?

Las alternativas frente al desencanto son claras:

  1. Nos conformamos e intentamos vivir lo más anodinamente posible en una situación en la que no estamos cómodos.
  2. “Cogemos el toro por los cuernos” y decidimos cambiar la situación.

Sin duda, ninguna de las dos opciones será un camino de rosas, pero sólo una de ellas te hará sentirte pleno de nuevo, así que, ¿por qué no te decides ya?

Bloqueos con los que podrás encontrarte

Si finalmente decides vivir trabajando en aquello que te gusta, tendrás que vencer una serie de bloqueos previos para llegar a tu meta.

1.     El miedo a convertir tu pasión en un negocio:

Puede sonar tonto pero es común pensar que si ese “hobby” que tanto nos apasiona se transforma en un trabajo, su carácter obligatorio y la responsabilidad de llevarlo a cabo de forma ineludible acabarán con nuestra satisfacción por hacerlo.

2.     La búsqueda del talento:

A veces (y este proceso puede ser doloroso), sentimos que no tenemos verdadero talento para hacer aquello que más nos gusta, que no seremos capaces de aportar valor real y destacar entre los demás por nuestra de forma única de hacer las cosas. Desapégate del temor o pásalo por alto, normalmente las cosas en las que ponemos más pasión son las que mejor hacemos; aunque no será algo que suceda por arte de magia, habrá que poner todo el tesón y esfuerzo. En palabras del genio Pablo Picasso, La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando”.

3.     La visión empresarial:

El clásico “si quieres, puedes” no es suficiente: “Si quieres, tendrás que encontrar la forma de conseguirlo”. Llegar al objetivo marcado no es solo una cuestión de apretar fuerte los ojos y desearlo mucho, como un niño que pide un deseo ante su tarta de cumpleaños: tendrás que detenerte a menudo para pensar cómo hacerlo, generar una estrategia, ir paso a paso y evaluar si lo que pensaste se está cumpliendo; y si no es así, pregúntate si el problema ha sido que no has fijado un buen objetivo o si ha sido que no has puesto en práctica las tácticas adecuadas.

Cuatro preguntas obligadas para conseguir vivir de tu pasión
  1. ¿Qué es lo que realmente hago? Responder no es sencillo porque para hacerlo bien tendrás que ser específico. No enumeres un listado interminable, nombra una sola cosa que te apasione y que te haga destacar y diferenciarte de los demás.
  2. ¿Qué solución ofrezco? Para que tu pasión sea vendible debes pensar en qué medida puede ese trabajo ayudar a los demás. De nada sirve hacer algo muy bien si no es posible encontrar clientes, generar una necesidad.
  3. ¿Cómo lo hago? Se dice que empezar algo es tener un 50% del trabajo hecho. Lo más difícil es tomar la decisión y activar la maquinaria, pero también ser persistente, porque cada día es un principio. Debes generar un sistema de trabajo coherente con tu meta y ser constante. Nada llega sin esfuerzo.
  4. ¿Y si fracaso? Si fracasas, puedes volver a empezar. Recuerda que el fracaso no es más que una oportunidad para empezar de nuevo, con la ventaja de que lo harás de una forma más inteligente, aprendiendo de tus errores.

Aunque suele coincidir, no es lo mismo ser un apasionado de tu trabajo, que trabajar de tu pasión, hay veces en las que debes preguntarte qué es lo que tiene más peso para ti, lo primero o lo segundo. Y ten siempre presente que aunque vivir de tu pasión será una gran satisfacción que hará que te sientas realizado, no siempre será fácil, de hecho, estoy convencida que es la opción más complicada. Nadie dijo que lo que más merece la pena sea fácil.

Pilar Benítez, mujer todoterreno

Traductora jurada y amante del poder de la palabra