Trabajar bajo presión: cómo gestionar el estrés

Trabajar bajo presión significa que al hacer un trabajo se busca cumplir una meta, por ejemplo, una cantidad de productos determinados en un plazo concreto, un presupuesto de ventas, la solución a un problema, etc. No nos referimos a tener a una persona presionando o estresando al trabajador, que es una interpretación errónea. Lo más habitual en la mayoría de profesiones es trabajar bajo presión, con un objetivo concreto. ¿Y cómo podemos gestionar el estrés que esto conlleva?

Saber manejar la presión de las tareas del trabajo es una habilidad muy importante que no solo te hará más valioso para la empresa en la que trabajas, sino que evitará que padezcas el estrés asociado al desarrollo de las tareas laborales. Entrenar la mente para gestionar el estrés que pueden provocar estas situaciones, es hoy una necesidad profesional.

No todos los profesionales tenemos la misma capacidad para realizar nuestras labores y funciones bajo circunstancias adversas, pero trabajar bajo presión es algo que  podemos aprender sin excepción. La clave está en saber cómo gestionar el estrés y organizarnos correctamente para así poder cumplir con nuestros objetivos.

Actualmente, trabajar bajo presión es considerada una competencia profesional que cada vez exigen más las empresas, ya que existe más nivel de presión en comparación con años anteriores porque el mercado laboral cada vez es más competitivo.

Pero, ¿es realmente sano trabajar bajo presión?

Si no estamos acostumbrados a trabajar bajo exigencias y presión, seguramente la situación nos provoque desequilibrio físico, emocional y, también, estrés laboral.

Hay expertos que aseguran que trabajar bajo presión optimiza la actividad del trabajador, por lo que aumenta su productividad pero, si éste no sabe controlar este tipo de situaciones, aumentará su cansancio, le generará estrés y, en consecuencia, disminuirá su rendimiento.

Para que el trabajo bajo presión sea productivo, debemos ser capaces de lograr:

  • Planificación
  • Organización
  • Capacidad de priorizar
  • Concentración en los asuntos importantes
  • Saber delegar
  • Saber decir “no”

Es clave entender que el estrés no depende objetivamente de las cosas que te pasen o de personas externas, sino de cómo reaccionas ante estas circunstancias.

Por lo tanto, tener presión en el trabajo depende de ti, puedes controlar que eso se convierta en algo positivo o negativo. La presión puede motivar y ayudar a concentrarte, de hecho hay gente que trabaja mejor bajo presión, pero solo se convierte en estrés cuando no tienes herramientas para hacer frente a todo lo que te piden.

Habilidades para trabajar bajo presión sin morir en el intento

Existen varias habilidades que puedes desarrollar para llevar el trabajo bajo presión de forma sana:

1. Define las prioridades

Analiza las tareas que tienes que hacer para organizarlas por orden de prioridad. También ten en cuenta los objetivos, plazos y lo que esperan tus superiores de ti.

2. Marca los tiempos

Organizar los tiempos de trabajo es un aspecto importante. Si planificas los plazos, evitarás situaciones de estrés y podrás cumplir con las fechas estipuladas. De este modo, también dejarás margen para los imprevistos.

3. Descarta tareas improductivas

Hay tareas que resultan inútiles para los objetivos a cumplir. Es innecesario dedicarles un tiempo que puedes aprovechar en otras tareas.

4. Válete de ayuda

Delegar funciones te ayudará a hacer más llevadero el estrés y equilibrar el trabajo en situaciones de mayor exigencia. Trabajar en equipo te ofrecerá un plus muy importante para lograr los objetivos en tiempos justos.

Y un consejo extra: cuando te estás enfrentando a un problema, es totalmente humano descansar 10 minutos y desconectar. Tomarse un descanso para recargar te ayudará a corto plazo.

Es recomendable manejar la presión de forma estratégica en las empresas, hacer un camino para identificar las fuentes de presión y las variables que inciden en la situación para así poder dar solución desde la raíz de forma definitiva.

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Pilar Benítez, mujer todoterreno

Traductora jurada y amante del poder de la palabra