A lo largo del 2016 hemos sido testigos de numerosos debates sobre el papel de las mujeres dentro de las empresas, y así, mientras que algunas noticias indicaban que la presencia femenina en los consejos de administración de las empresas era escasa, aparecían estudios que indicaban que las compañías que sí contaban con mujeres en sus puestos de mando, resultaban ser mucho más rentables. Dos realidades realmente opuestas que hoy me llevan a escribir sobre todo lo que una mujer puede aportar a un consejo de administración y que esperemos, tengamos ocasión de demostrar en 2017.
Seis cosas que una mujer puede aportar a un consejo de dirección:
- Comunicación: la clave para que cualquier empresa triunfe es que exista una buena comunicación, tanto entre compañeros de equipo, como entre departamentos y con los directivos, y en todo lo referente a la comunicación, las mujeres somos especialistas. Lo cierto es que una mujer es capaz de desarrollar un diálogo más fluido con cualquier persona, escuchar y entender cuáles son sus motivaciones o problemas a la hora de desarrollar un trabajo y transmitirle el feedback necesario para que trabaje de la forma más eficaz posible. Las mujeres no imponen órdenes, sino que convencen con sus palabras.
- Sabemos reconocer un trabajo bien hecho: siguiendo la línea del punto anterior, una mujer no tiene problema a la hora de reconocer que un compañero ha hecho un buen trabajo. Las mujeres entendemos que las empresas funcionan gracias al trabajo de muchas personas y que solo se podrán alcanzar los objetivos marcados si todas ellas trabajan al unísono. Las mujeres trabajamos mucho mejor en equipo, dejando a un lado el individualismo y el tratar de colgarnos medallas a toda costa.
- Equilibrio: las mujeres llevamos años y años conciliando nuestra vida profesional con la familiar, algo que nos ha permitido desarrollar un gran sentido del equilibrio. Gracias a esto, somos capaces de estar pendientes de diferentes tareas sin descuidar ninguna. Saber cómo equilibrar nuestra vida nos permite organizar mejor nuestro trabajo y tiempo, algo muy beneficioso para la productividad de las empresas.
- El “sexto sentido” de las mujeres: la intuición femenina es mundialmente conocida. Las mujeres poseemos una gran intuición que nos permite adivinar lo que va a suceder, antes de que pase. No es que seamos brujas ni magas, sino que observamos todo de forma minuciosa, lo que nos permite estructurar mentalmente cuáles son los diferentes escenarios a los que nos vamos a enfrentar. Y con un poco de lógica y experiencia previa en casos similares, “adivinamos” qué puede pasar.
- Menos amiguismos y más trabajo duro: las mujeres solemos separar mejor nuestras amistades y nuestro trabajo, lo que nos permite tener la mente mucho más fría a la hora de elegir a las mejores personas para encarar diferentes proyectos laborales. Esta separación es básica para cualquier empresa, ya que solo contando con los mejores trabajadores podrán desarrollar el mejor trabajo posible.
- Una gran ilusión: no me entendáis mal, no es que los hombres no tengan ilusión por su trabajo. Pero una mujer que llega a un puesto directivo, sabe que es una privilegiada, que ha tenido que luchar muy duro para conseguirlo y que muchas otras mujeres se quedarán en el camino. Esto les hace tener ilusión y el afán de demostrar cada día que no están ahí por casualidad.
Estas son solo seis de las muchas cualidades que las mujeres pueden aportar a un consejo de dirección. Sin duda, muchas de las mujeres que han conseguido llegar a esa cima lo demuestran cada día. Ya solo queda una cosa, pero es fundamental: que cada vez sean más las empresas que nos permitan seguir demostrándolo.
Pilar Benítez, mujer todoterreno
Traductora jurada y amante del poder de la palabra
Temas: