modelos "curvy"

Las modelos “curvy” a debate

Durante los meses de verano se reaviva el debate sobre la aceptación de todos los tipos de cuerpos, acentuando el debate sobre la figura femenina. 

El movimiento “curvy”

El movimiento “curvy” busca apoyar a las mujeres que se puedan sentir juzgadas por su físico, que se sienten enjuiciadas por su peso o que no se valoran a sí mismas. 

Es un movimiento revolucionario que hace referencia a mujeres reales, destacando la importancia de normalizar lo natural. 
Asimismo, hace hincapié en la salud que hay detrás de cada uno de nosotros independientemente de nuestras proporciones, tallas o alturas, y que debemos cuidar y priorizar siempre. En definitiva, trata de visibilizar estos complejos para cambiar la mentalidad y tratarlos como algo natural.

¿Qué es ser modelo “curvy”?

La palabra “curvy” define a una mujer o hombre con una fisionomía prominente, por lo que aplicada al mundo del modelaje hace referencia a las modelos denominadas de talla media o grande.

Es un hecho que hace un par de décadas era inconcebible pensar que mujeres con sobrepeso o que se salieran de los estándares de belleza establecidos a lo largo de los años pudieran estar dentro de algún desfile de moda o sesión fotográfica. Pero hace ya años que este concepto aterrizó en el imaginario colectivo, haciéndose un hueco en el mundo de la moda y del modelaje. 

Acostumbrados a ver en catálogos y sobre las pasarelas a modelos con siluetas y medidas casi perfectas, esta corriente por visibilizar a mujeres reales dentro del mundo de la imagen y la moda llegó pisando fuerte, logrando hacerse un hueco en la industria. 

Ashley Graham: referente y primera modelo “curvy”

Fue descubierta por una agencia cuando solo tenía 12 años, y desde ese momento comenzó su carrera dentro de la industria de la moda. 

Es considerada como la pionera dentro del conocido movimiento, ya que ha sido una de sus rostros más visibles desde el primer momento, rompiendo esquemas, haciendo historia y difundiendo el mensaje de empoderamiento femenino por todo el mundo.

Graham fue la primera modelo “curvy” en aparecer en la portada de Sports Ilustrated, acontecimiento que se considera un punto de inflexión dentro del movimiento, ya que desde ese momento miles de chicas como Ashley dejaron de mantenerse en la sombra y comenzaron a luchar por su visibilidad.

Entre muchas primeras veces, Ashley también fue la primera modelo “curvy” en desfilar para diseñadores tan cotizados como Michael Kors, llevando a las pasarelas más importantes del mundo un mensaje de cambio y aceptación

“Sé que mis curvas son sexys y quiero que el resto del mundo sepa que las suyas también lo son. No hay razón para esconderse, pero sí muchas para presumir”

Su objetivo principal es dejar huella y establecer un cambio de conciencia, es decir, que esto no termine por ser una simple cuestión de moda pasajera.  

Las redes sociales son su gran altavoz, y también del movimiento en general. A través de su perfil promueve las ideas y valores de empoderamiento femenino, llegando a millones de personas en todo el mundo. 

Abandera el movimiento con el eslogan “I am strong. I am beautiful. #Iamsizesexy” (Soy fuerte. Soy guapa. Mi tamaño es sexy), que persigue principalmente que las mujeres con tallas “grandes” se sientan satisfechas con sus cuerpos.

Las modelos “curvy” a debate: polémicas más destacadas

El concepto “curvy” ha desatado más de una polémica desde que llegó a nuestras vidas. La discusión sobre lo que se supone que es un cuerpo fuera del establecido, así como la definición de ciertas tallas y medidas dentro del movimiento han hecho desatar la polémica en más de una ocasión. 

¿A partir de qué tallas se considera que una modelo es “curvy”?” o ¿es lícita la separación impuesta por la industria?, son solo algunas de las preguntas a partir de las cuales se genera el debate que plantea dicho movimiento. 

Una de las grandes polémicas dentro de este movimiento radica en dónde está el límite y en quién indica lo que significa tener una talla “grande” o no. Asimismo, el debate está servido cuando se trata de etiquetar a las mujeres por una serie de tallas, en lugar de tratar a todas por igual. 

También, el movimiento se ha visto afectado en muchas ocasiones por marcas o firmas que utilizan el concepto para realizar campañas de lavado de imagen.

Además, más de una persona lo ha tachado de fomentar malos hábitos, asociando de nuevo el movimiento al fomento de la obesidad, cuando lo que busca es todo lo contrario. Esto ya ocurre con el conocido “body positive”, cuyos principios y valores se asemejan mucho a los de la corriente “curvy”.

Lorena Durán: el ángel “curvy” de Victoria´s Secret

El nombre de la modelo española Lorena Durán se hizo popular hace unos años cuando fichó por la conocida marca de lencería Victoria´s Secret. 

La sevillana se convirtió en el primer ángel “curvy” de la marca, desatando así la polémica y los comentarios en la red social Twitter. Los usuarios opinaban que una mujer como ella no podía denominarse de esta manera, ya que no es físicamente prominente. 

La propia Lorena fue la que contestó a todos estos usuarios, apuntando que ser modelo “curvy” no significa estar gorda, sino ser una mujer sana “que destaca entre la conocida medida estándar”.

“La base del problema es el tener que encasillar todos los cuerpos por categoría, de lo cual estoy totalmente en contra. Deberíamos acabar con los prejuicios y normalizar el tema de las tallas”

No es la primera vez que una modelo de Victoria´s Secret desata la polémica en este aspecto. Ya ocurrió con la súper modelo Barbara Palvin, que fue contratada por la firma como modelo “curvy” pesando 55 kg y midiendo 1,75 cm. La polémica se repetía, y la malinterpretación del concepto estallaba de nuevo.


Tras esto, es cierto que el concepto de modelo “curvy” ha llegado a estar muy distorsionado, debido principalmente a la difusa definición e implantación del concepto en la sociedad. Esto ha llevado a miles de malas interpretaciones, así como al uso inadecuado de los valores representativos del movimiento.

Por ello, es importante que todas las acciones que se lleven a cabo con el objetivo de empoderar a la mujer y de conseguir una sociedad libre de prejuicios y estereotipos sean siempre claras y estén bien justificadas desde un primer momento.