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El movimiento “body positive”

¿Qué es el “body positive”?

El “body positive” se define como el movimiento que busca visibilizar la realidad del cuerpo de las personas. Invita a pensar, reflexionar y replantearse los estereotipos impuestos por la sociedad, así como a ayudar a las personas a superar sus conflictos con su apariencia física. Asimismo, busca la aceptación de todos los cuerpos sin importar su peso, estatura o funcionalidad, entre otras características. 

Su objetivo es luchar contra los estándares de belleza impuestos por la sociedad, liberando a las personas de sus complejos y comenzando a hablar sin miedo acerca de los diferentes tipos de cuerpos.

El “body positive” está estrechamente ligado con el movimiento feminista, y uno de sus objetivos principales radica en convencer a las personas para que se acepten tal cual son. También, es importante destacar la idea de que el “body positive” además de visibilizar, trata de normalizar.

El movimiento defiende la aceptación de todos los cuerpos independientemente de su grado de discapacidad, tamaño, género, raza o aspecto. También, trata de que tomemos conciencia de costumbres o comentarios que hemos venido haciendo erróneamente durante mucho tiempo. En definitiva, el movimiento cuestiona ciertos paradigmas de belleza y salud mediante la aceptación de la diversidad de los cuerpos

Origen del movimiento “body positive”

En cuanto al origen del movimiento, son varias las opiniones que existen respecto a este tema. Algunos lo sitúan en pleno siglo XX, mientras que otros no lo hacen hasta bien entrado el siglo XXI.

La opinión mayoritaria es que el origen de este movimiento se remonta a los años 60, con la creación de una campaña contra la discriminación pública de las personas obesas y la lucha por sus derechos. Su objetivo principal radicaba en que sus cuerpos dejasen de ser asociados a problemas de salud. 

Más tarde, las activistas comenzaron a pedir respeto no solo por la gente con obesidad, sino también por personas que se podían salir de lo “normativo”. Personas con discapacidad, transgénero, con marcas o cicatrices… son solo algunos de los perfiles que el movimiento defendía desde sus inicios. 

Por el contrario, está quien dice que el movimiento dentro del mundo de habla hispana no nace como tal hasta 2007, con el lanzamiento de la Revista Belleza XL. Esta revista era la primera del mundo de habla hispana dirigida al target o sector de tallas grandes, y de alguna forma se indica como el punto de partida del movimiento. Para ese entonces, en Estados Unidos ya llevaba tiempo tomando fuerza y emergiendo como uno de los grandes movimientos sociales del siglo XXI.

“Body shaming”: el antónimo del “body positive”

El “body positive” surge en respuesta del conocido como “body shaming”, que literalmente hace referencia al hecho de avergonzar a alguien por su cuerpo

El “body shaming” se centra en juzgar la apariencia física y en minar la autoestima de todo aquel que no tenga un cuerpo normativo. Se limita a decirle a alguien que su cuerpo debe cambiar, aun cuando este no tenga el control sobre cómo se ve. Este tipo de burlas atentan directamente a la autoestima y el autoconcepto de la persona, pudiendo acarrear graves consecuencias.  

En la actualidad, estamos constantemente rodeados de titulares como “pierde el peso que siempre deseaste”, “qué hacer para estar más delgada” o “qué comer para no engordar”. Todos estos mensajes hacen que una persona pueda llegar a avergonzarse de su cuerpo, ya que indirectamente se nos está diciendo que debemos cambiar nuestros cuerpos para agradar a los demás.

La evolución de las tecnologías y las redes sociales ha agravado esta situación, que se vuelve un círculo vicioso de prejuicios y críticas externas e internas. Además, en muchas ocasiones no nos damos cuenta de que podemos estar contribuyendo a este tipo de prácticas, por lo que es esencial ser conscientes y evitarlas.

Polémicas alrededor del movimiento “body positive”

Uno de los grandes problemas que tiene este movimiento es que puede ser distorsionado con mucha facilidad

La desinformación: aceptar no es promover 

Son muchas las personas que debido principalmente a la falta de información suelen creer que este movimiento normaliza el sobrepeso o la obesidad, cuando lo que trata es de evitar los extremos

El movimiento no busca promover problemas de salud como pueden ser el sobrepeso o la obesidad, sino que trata de que todas las personas acepten sus cuerpos tal y como son, buscando siempre el reconocimiento, el bienestar y la salud propia

La mala comprensión del movimiento

En ocasiones, hay personas que han asociado el movimiento a una imposición. Es decir, algo que se debe hacer no por ti misma, sino por los demás.

Este es otro más de los errores y las distorsiones que arrastra el movimiento, ya que cuando uno mismo se empieza a cuidar y a aceptar con sus más y sus menos no lo debe hacer buscando la aceptación de los demás, sino simplemente por él o ella misma y por su salud y bienestar

La romantización del movimiento

Mucha gente asocia el movimiento directamente con la idea de que nuestros cuerpos son bonitos sean como sean, y que debemos encontrar la belleza en cada parte de él. Pero, ¿realmente para aceptar mi cuerpo tengo que pensar que todo lo que tengo es bello? 

Si lo miramos desde este punto de vista nos daremos cuenta de que la clave no está tanto en adorar, sino en aceptar. Es decir, yo puedo tener estrías o celulitis y tengo todo el derecho a que no me gusten. A pesar de ello, las acepto como parte de mi cuerpo y por lo tanto me acepto como soy. 

Aunque esté a favor de este tipo de movimientos que empoderan a la mujer, creo firmemente que es importante no caer en romanticismos y banalidades, aceptando que no todo tiene que ser bonito, sino, simplemente, real. 


En definitiva, el movimiento “body positive” ha penetrado firmemente en nuestras vidas. A día de hoy, se presenta como algo muy necesario, y que ha ayudado a mucha gente a aceptar sus cuerpos. 

Comprender realmente la finalidad última del mismo hará que evitemos sesgos innecesarios. Asimismo, es esencial aprender a comprender nuestros cuerpos para sentirnos cómodos, conociéndonos y aceptándonos tal y como somos. Esto tan solo será el primer paso para vivir una vida plena, en la que te quieres y te aceptas tal y como eres.