Cinco distracciones que los emprendedores no pueden permitirse

Distraerse es uno de los mayores placeres de la vida, a veces incluso pueden aportarnos una nueva visión a nivel laboral. Sin embargo, si estás emprendiendo y en tu día a día te dispersas con facilidad, corres el riesgo de perder el objetivo.

Uno de los mayores retos de un emprendedor es aprender a gestionar el tiempo de forma eficiente. No se trata de trabajar muchas horas, sino de trabajar las necesarias pero con máxima productividad. Según algunos estudios solo el 50% por ciento de la jornada laboral es rentable. ¿Qué es lo que sucede durante el otro 50%?

Pasamos nada más y nada menos que la mitad de una jornada media de ocho horas diarias distraídos, o dicho de otra manera, cuatro de nuestras horas de trabajo no es estamos trabajando. Visto así… ¿no sería mejor trabajar solo cuatro horas al día pero trabajarlas de verdad y disponer del resto de tiempo para lo que queramos?

Si a todo esto le sumamos que el trabajador tiene un perfil emprendedor, freelance o está trabajando en un negocio propio, el reto es aún mayor, ya que además de con la productividad, debe lidiar con la “maravillosa” responsabilidad de saber que todo lo que produce tendrá beneficios directos para él mismo, y no para otra empresa o para su jefe, (doble satisfacción, por cierto).

Por poner sobre la mesa algunos datos interesantes:

  1. Un 15% del tiempo de una jornada laboral se pierde en reuniones poco eficaces, tareas que no aportan valor o interrupciones innecesarias.
  2. Consultamos nuestro buzón de email cerca de 20 veces por hora (¿realmente es necesario?).
  3. Un 24% de los trabajadores se conecta a alguna red social durante su jornada laboral.

A esto podemos sumar por ejemplo: entretenerse navegando por Internet, parar para fumar, para tomar café y para hablar por teléfono… Las posibilidades de evadirse del trabajo son infinitas.

Existen una serie de distracciones comunes a una gran mayoría de los emprendedores (también a algunos trabajadores por cuenta ajena) que deben evitarse si lo que se pretende es ser productivo y sacar el máximo partido a nuestras horas de trabajo. Te señalo cinco de muchas:

1.    Tener horarios excesivamente flexibles

Una de las grandes ventajas de un emprendedor es su libertad horaria, pero también esta situación puede convertirse en tu peor pesadilla. Cuando no establecemos un horario (que por supuesto podemos saltarnos excepcionalmente), lo más probable es que el tiempo se vaya sin darte cuenta, que trabajes de menos o que posiblemente trabajes de más.

El exceso es tan peligroso como el defecto en cuestiones de tiempo, además, organizando un horario para cada tarea gestionaremos el trabajo con mayor eficacia.

2.    Ser excesivamente sedentario

Mantenerse todo el día delante del ordenador reduce nuestra productividad. Los estudios demuestran que hacer ejercicio a diario puede aumentar tus tareas completadas en el trabajo en hasta un 72 por ciento. ¡Levántate de la silla de vez en cuando!

3.    Dejar lo más difícil para el final

Algo que todos hemos hecho alguna vez, llamado “procrastinar” para el común de los mortales, que básicamente consiste en aplazar una obligación o el desarrollo de una acción, y que normalmente está relacionado con lo que es más importante o más difícil y por tanto, nos da más pereza.

4.    Estar siempre en modo “multitarea”

Cuando hacemos varias tareas a la vez perdemos en enfoque y nuestra productividad baja. Un buen truco en estos casos es apagar todas las notificaciones de móvil, ordenador y redes sociales para poder controlar el flujo de comunicación y no sufrir de interrupciones.

5.    No descansar

Lo queramos o no, descansar es la clave para después no distraerte con facilidad en tu día a día. Nuestra mente estará más despejada, más enfocada, más ágil y más lúcida. Sí, descansa siempre que sientas que lo necesitas, porque a veces producir no es lo más importante.

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Pilar Benítez, mujer todoterreno

Traductora jurada y amante del poder de la palabra