El “workaholism” o adicción al trabajo es mucho más que un término de moda, es un problema cada vez más generalizado, y es que existen muchas personas para las que el trabajo es el centro de su vida. El mundo competitivo en el que nos movemos combinado con un cierto carácter pueden convertirte en un adicto al trabajo. ¿Cómo saber si eres un workaholic?
El término “workaholic” es un término anglosajón que hace alusión a una persona adicta al trabajo. Las personas que lo sufren sienten un deseo o impulso irrefrenable de trabajar constantemente, el tiempo dedicado a su profesión nunca es suficiente, viven para ello.
Se entiende que el mundo profesional y laboral en el que vivimos es cada vez más competitivo, nos obliga a vivir siempre con cierta presión, a mantenernos siempre conectados… pero este ritmo de vida puede jugar malas pasadas en nuestra vida personal y sobre todo en nuestra salud.
En este contexto, identificar a un adicto al trabajo o workholic, es relativamente difícil, si bien es cierto que existe un patrón: Las personas con adicción al trabajo suelen trabajar “sin obligación” explícita ni implícita fuera de horas, dedicando un tiempo excesivo a su labor profesional y sintiéndose mal si no lo hacen.
¿Qué es la adicción al trabajo?
La adicción al trabajo, no solo se caracteriza por el hecho de trabajar muchas horas, sino, como todas las adicciones, por el hecho de sentir que nunca es suficiente. De este modo una persona workaholic siempre tendrá cierta insatisfacción, siempre querrá dedicar más tiempo al trabajo.
Según algunos autores, un adicto dedica por lo menos 50 horas semanales al trabajo pero el hecho de realizar más o menos horas no es el desencadenante de este problema, si lo es su actitud hacia la actividad laboral que muchas veces desencadena ideas sobrevaloradas sobre el dinero, el poder y el éxito personal.
Como en toda adicción, el adicto, poco a poco va sintiéndose menos satisfecho con el trabajo (necesita más), menos satisfacción con la vida en general (el trabajo es lo que lo llena) y termina por acarrear problemas de salud físicos y psicológicos.
El tema, no es baladí, según diversos estudios, como los de Sánchez Pardo y cols., en España, sufre adicción al trabajo el 11,3 % de los trabajadores en activo. Por su parte, la Organización Internacional del trabajo (OIT) sostiene que el 8% de la población activa española dedica más de 12 horas al día a su profesión como escape a problemas personales, lo que acaba repercutiendo irremediablemente en su salud.
La triada de la adicción al trabajo
Al respecto del fenómeno de la adicción al trabajo se están desarrollando diferentes estudios. Los autores Spence y Robbins (1992) definen la adicción al trabajo desde el concepto de triada de la adicción.
Entienden que la adicción se compone de tres dimensiones:
- Implicación con el trabajo: dedicación a trabajar.
- Sensación de estar motivado: compulsión por trabajar.
- Disfrute del trabajo: placer que siente la persona por trabajar.
Estos tres elementos ayudaron a los autores a definir tres tipologías de adictos al trabajo:
- Adictos: alta puntuación en implicación en el trabajo y motivación para el trabajo, pero baja puntuación en disfrute.
- Entusiastas: este tipo de personas puntúan alto en implicación y disfrute pero bajo en compulsión por trabajar.
- Adictos entusiastas: son las personas que puntúan alto en los tres elementos.
De modo que el hecho de ser adicto al trabajo, además de nocivo en tu vida, no necesariamente implica que estés siendo feliz con ello, que te sientas satisfecho.
¿Cómo saber si eres Workaholic?
Si has llegado hasta aquí quizás el hecho de que te estés preguntando si eres adicto al trabajo puede ser un síntoma de que algo no anda bien…
Conjeturas aparte, existen una serie de características en las personas adictas al trabajo:
- Son los primeros en llegar al trabajo y los últimos en irse.
- Están conectados prácticamente todo el día
- Les cuesta delegar en los demás
- Viven estresados
- No tienen más tema de conversación que el trabajo
- Si vida personal es escasa o prácticamente nula
- Existe una búsqueda de reconocimiento y de progreso profesional
- Tienen miedo al fracaso y son personas muy competitivas
Tal es la magnitud social de este problema que en Japón tienen su propia palabra para definir la muerte por exceso de trabajo: Karoshi. Y tú ¿eres de los que viven para trabajar o de los que trabajan para vivir?
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Pilar Benítez, mujer todoterreno
Traductora jurada y amante del poder de la palabra
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