Poder tener una familia cuando tienes una carrera profesional parece casi misión imposible. ¿Por qué es la conciliación familiar tan difícil en España?
No hace mucho tiempo, la diputada de Podemos Carolina Bescansa salía en todos los medios de comunicación por llevar su bebé al Congreso. Esta acción, sin entrar en si te parece adecuada o no, sirvió para llamar la atención sobre un tema largamente olvidado en España, la conciliación familiar, a la que quiero dedicar este post.
La conciliación laboral en las empresas
Empecemos con algunos datos. El informe “Qué, cómo y cuánto gestionan la conciliación las empresas en España” de 2015, que puedes visitar aquí, revelaba unos datos interesantes. Más del 50% de las empresas que participan en el estudio tienen implantadas medidas para favorecer la conciliación laboral, aunque solo el 39% las incluía en su gestión organizativa. ¿Y qué significa esto? En palabras de la Fundación Másfamilia, responsables del informe, las empresas «parecen más interesadas en proporcionar conciliación que en gestionarla». En otras palabras, las empresas están más interesadas en “decir que hacen” que en “hacer”.
Esto demuestra que, pese a que la predisposición de las empresas es buena, lo cierto es que la aplicación de las medidas no es tan fácil en el día a día. Tal y como señala Estrella Martín, directora de RRHH de EDP Renovaveis, es necesario una gestión eficaz y diaria de los empleados que concilian.
Los empresarios que estéis leyendo este artículo posiblemente penséis que está muy bien sobre el papel, pero que en la práctica, la conciliación es una utopía bastante costosa. Desde mi punto de vista (soy empresaria y conciliadora), es una cuestión de [férrea] voluntad. Las herramientas existen y van desde el “teletrabajo” hasta la gestión de personal por “objetivos”.
En mi opinión, las empresas tienen que entender que la “no conciliación” tiene, a largo plazo, efectos negativos en sus números. De hecho, comparativamente, las empresas que no aplican políticas de conciliación obtienen números mucho peores que aquellas que “abrazan la conciliación”. Muchas mujeres y hombres se quejan del estrés de no poder atender a sus hijos o terminan haciendo encaje de bolillos en sus agendas para lograr cuadrar sus horarios. Esto es algo que lleva necesariamente a una menor productividad y, lo que es peor, a una fuga de talento hacia empresas que sí ofrezcan una verdadera conciliación.
Y mientras, ¿qué podemos hacer?
Ahora mismo, todos los padres trabajadores (tanto madres como padres, ¡no nos olvidemos de los padres!) estamos lidiando entre dos campos tan importantes como son la familia y el desarrollo profesional en un entorno adverso. Por ello, mientras esperemos una pronta solución por parte de las empresas y los políticos, tenemos que buscarnos nuestros propios trucos para lograr la conciliación.
Hoy te voy a dejar cuatro que yo misma utilizo y que me sirven para combinar una vida familiar y laboral y no tener que elegir entre una de ellas.
1. Cumple estrictamente con tus horas: muchas veces nos vemos obligados a hacer horas extra en nuestro trabajo, es normal. Sin embargo, si quieres lograr la ansiada conciliación familiar necesitas minimizar estas ocasiones al máximo. Esfuérzate en tu jornada laboral y evita las siempre perjudiciales distracciones. En este post ya describí algunas técnicas que yo misma aplico para ser más productiva. Desafortunadamente, en caso de que surja trabajo urgente de última hora, imprevistos o no te haya dado tiempo a terminarlo, es necesario hacerlo desde casa. ¡Resignación y a aplicar el consejo número 3!
2. ¡Siéntete orgulloso de conciliar! En muchas ocasiones veo a profesionales “ocultando” su situación de conciliadores a sus proveedores y clientes. Esto se traduce en extrañas excusas para no reunirse por la tarde o para aplazar la entrega de un proyecto. Desde mi punto de vista, lo mejor es dejar claro desde el principio que se está conciliando y que eso supone ciertas restricciones de horario. La mayor parte de la gente lo entenderá y se adaptará.
3. Delega y pide ayuda: si queremos lograr una exitosa conciliación familiar y laboral, es importante que no nos creamos superhéroes. Son muchas las ocasiones en las que tratamos de hacer más de lo que podemos y eso solo nos provoca estrés y ansiedad, además de mal humor. Entiende que no pasa nada porque pidas ayuda o delegues algunas de tus responsabilidades en tu gente de confianza, especialmente en tu pareja: te hará estar mucho más tranquila y ser capaz de conciliar vida laboral y profesional.
4. Acorta distancias: mi calidad de vida como empresaria y madre mejoró sustancialmente cuando decidí reunir en un mismo entorno mi oficina y mi vivienda. Ahora ya no pierdo tiempo en tediosos desplazamientos sino que tengo todo a mano y puedo aprovechar mucho mejor el tiempo. El teletrabajo también es una opción excelente si se hace con cabeza y responsabilidad. También me encanta aprovechar la hora de la comida para reunirme con personas de horarios complicados o poco compatibles con los míos: al final, todo es cuestión de buena voluntad y planificación cuidadosa de la agenda.
Espero que estos cuatro consejos os ayuden a ser tan exitosos en la vida familiar como en la laboral. Trabajar es importante, pero también lo es pasar tiempo junto a nuestros hijos. En caso contrario, nos ocurrirá como a los niños de esta campaña sobre conciliación laboral: nuestros hijos creerán que hemos desaparecido, cuando solo estamos trabajando.
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