Entrevista a Sonia Perezminguez

Entrevista a Sonia Perezminguez

Sonia Perezminguez es Gerente de Eventos y Protocolo de Acciona, con más de 15 años de experiencia en el universo de las relaciones públicas, la organización de eventos y el protocolo. Antes de trabajar en Acciona fue la Responsable de RRPP de Loewe, y no ha dejado en ningún momento, tal y como a ella misma le gusta decir, de conectar personas y humanizar espacios. Sonia está casada y es madre de dos hijos: Carlota e Ínigo. Es una gran aficionada a la gastronomía, a los masajes ayurveda y a la fotografía. El resto de su tiempo libre lo dedica a causas benéficas y altruistas, habiendo ejercido de mentora para mujeres directivas de la Asociación Professional Women Network y trabajado como voluntaria para la ONG Dress for Success.

Las últimas elecciones han abierto un nuevo abanico de partidos hasta ahora desconocido. Se ha comentado mucho la estética de algunos de los nuevos Diputados. ¿Entiende el protocolo de ideologías?

No, en mi opinión el protocolo es una herramienta para acercar, aglutinar y armonizar. Esa debe ser la ideología que guíe un buen protocolo.

¿Cada corriente política tiene sus propias normas no escritas?

Sí, claro. Hay códigos culturales y etiquetas asociadas a cada tendencia política pero el respeto debe primar por encima de todas ellas, sin excepción ninguna.

¿Debemos estandarizar unas pautas de comportamiento y un dress code en las Instituciones Públicas?

Insisto en que el respeto y la coherencia deben primar. Los disfraces y códigos de vestimenta son legítimos y respetables pero no deben ofender en ningún caso. Siempre hay que encontrar un ten con ten. Muy curioso y revelador es lo que ha ocurrido en la Gala de los Goya. Parafraseando a Carlos Fuente, el contravestir de estos premios ha sido una provocación y una herramienta política. Además de ser una incoherencia absoluta, según mi opinión, y ojo, porque es un boomerang: a la larga le va a pasar factura a Pablo Iglesias. Hay falta de congruencia y de respeto a las instituciones, a las que por otro lado, está deseado de acceder.

¿Qué papel juega el protocolo en negocios y en política internacional?

Un papel alto sin duda y relevante: es la plástica del poder.

¿Los empresarios y políticos suelen preocuparse por conocer las normas que se aplican en estos países, o suelen improvisar?

Por regla general lo hacen, y poseen su propio gabinete, que se ocupa de todo ello.

¿Se pueden perder alianzas por el choque en los códigos protocolarios?

Ya lo creo, de nuevo un ejemplo cercano es la controversia que se ha vivido en Francia por la cena del Presidente F. Hollande con vino y el rechazo del Presidente de Irán Rohani y la diferencia con Italia… Hay que marcar muy bien los límites. Ni puedes ni debes avasallar, pero tampoco puedes pasarlo todo con actitud servil. Hay que encontrar el punto medio de cesión y lograr un win-win en las negociaciones. Todo se pacta hasta lograr un consenso. La reciprocidad es la base.

El papel de la mujer en el protocolo nacional: ¿Existe igualdad entre las normas a aplicar por mujeres y por hombres? Es decir, ¿tienen los hombres y las mujeres que comportarte de forma diferente debido a su sexo?

Somos diferentes y por tanto el trato cambia. Como dirían los franceses: vive la petite difference…La caballerosidad bien entendida y la deferencia creo que nunca pasa de moda. Que le cedan el sitio a una dama, que le acerquen la silla, considero que son gestos agradables que no tienen ninguna connotación paternalista. De todos modos, en un ambiente profesional la jerarquía también puede cambiar los roles. Todo depende de la situación.

En muchos países la mujer tiene un rol de inferioridad con respecto al hombre. ¿Cómo conquistar estos territorios siendo una mujer empresaria? ¿Qué hacer y qué no para que se nos tenga en cuenta?

¡Ay, Pilar! queda tanto aún por hacer… La buena noticia es que se ha vuelto a poner de moda el feminismo, que para mí no es otra cosa que lograr la igualdad entre hombres y mujeres. Como lo definía Celia Amorós, es la lucha por la igualdad de las mujeres y los varones en tanto que somos seres genéricamente humanos. Con movimientos internacionales potentes para cambiar ese paradigma, tales como como HeforShe de Naciones Unidas, teniendo a la actriz británica Emma Watson como maravillosa embajadora. El movimiento y los círculos Lean in de Sheryl Sandberg, Chime for Change, en España asociaciones como PWN Madrid, Womenalia… y tantos otros que ayudan a posicionar a la mujer que trabaja alcanzar mayor visibilidad y reconocimiento.

Últimamente en el mundo de las celebrities destacan aquellas que rompen con las normas del protocolo. ¿Qué licencias están permitidas y cuáles pueden suponer un daño irreparable para su imagen?

En el mundo del espectáculo rigen otros códigos y cada vez hay más carta blanca para todo. El límite lo pone cada uno. Al final el buen gusto es tan abstracto… Lo que para uno puede ser muy elegante para otro puede ser un espanto. Soy de las de “menos es más”, pero eso puede ser aburridísimo para otra persona. De nuevo, reitero la importancia del respeto, y de hacer lo que quieres sin perjuicio de un tercero. Eso sí.

¿Qué consejos podrías darnos a nivel de protocolo para triunfar en cualquier evento?

Consejos, pocos. Creo que la sencillez y naturalidad abren muchas puertas.

¿Crees que se están perdiendo las normas de etiqueta a favor de una mayor “anarquía”?

Todo es cíclico. Al final lo más clásico suele ser lo más rompedor. Todo vuelve.

De ser así, ¿facilita esta mayor llaneza las relaciones, o por el contrario supone un hándicap?

La llaneza si es entendida como sencillez, sin lugar a dudas va a triunfar siempre, pues es auténtica.

Una carrera profesional tan completa como la tuya estará llena de anécdotas divertidas, ¿podrías compartir alguna con nosotros?

Es un clásico, pero las más divertidas no se deben contar… Es una profesión donde tengo la suerte y el privilegio de conocer a todo tipo de gente y condición: actores, ejecutivos, ingenieros, cantantes, escritores, artistas, artesanos, periodistas, líderes de opinión, activistas y políticos de toda índole. Todos ellos con un bagaje personal y profesional de quitarse el sombrero, esas experiencias y vivencias son un auténtico lujo que me siguen enriqueciendo y llenando el alma. Te puedo contar una anécdota entrañable sobre el poder de la cercanía y de la empatía en las relaciones. Con ello se consigue todo.

Nada más aterrizar en ACCIONA mi primer evento fue una firma con cena con motivo de una fusión relevante. El sitio escogido era fabuloso. El evento estaba ya pre-organizado y el briefing pasado. Mi función era únicamente supervisar y atender el día de autos por si surgía cualquier contratiempo de última hora.  El espacio dispuso para la ocasión una mesa imperial con capacidad para 25 personas. La mesa estaba impecable y vestida con muchísimo gusto. Llamaban la atención los individuales de hilo dispuestos, eso sí, a una distancia abismal los unos de los otros. El empaque y la mise en plaçe impactaba, casi tanto como la distancia y la frialdad que esa maravillosa mesa transmitía. Mi intuición me decía que eso iba a impedir acercar posiciones. El objetivo de esa cena era dar la bienvenida a los nuevos socios y hacerles sentir cómodos y ya en casa y mi Presidente me leyó el pensamiento. Al ver la situación y sin inmutarse, comenzó a acercar con sus dos manitas los manteles entre sí. La energía de la mesa transmutó inmediatamente. Te puedes imaginar lo que tardé en colocar y acercar al alimón el resto de individuales… Con ese sencillo y eficaz gesto, el Presidente creó y logró una atmósfera de liderazgo, calidez y cercanía antes inexistente. Los invitados se relajaron y todo fluyó como la seda. Fue un éxito rotundo en las formas y en el fondo. Siempre lo tengo en cuenta.