Hay momentos en la vida profesional de una persona que son determinantes: un despido, un cambio de trabajo, emprender un negocio… o sencillamente cambios en la empresa en los que tenemos que volver a encontrar nuestro sitio. ¿Cómo podemos enfrentarnos a esas situaciones?
Cuando hablamos de una situación profesional difícil, podemos referirnos a múltiples situaciones: nos han despedido, vamos a trabajar en una empresa nueva, estamos sin trabajo, cambiamos de profesión, decidimos montar un negocio propio, varía nuestra situación en la empresa en la que estamos, o sencillamente no nos entendemos con nuestro jefe o con nuestros compañeros de trabajo, por poner algunos ejemplos.
Cualquier cambio normalmente va precedido de una crisis, o dicho de otra manera, puede ser la crisis la que incentive el cambio. Pero una crisis no necesariamente es ese concepto que asociamos a lo negativo, una crisis puede ser el momento preciso para mejorar las cosas profesionalmente.
1. Gestiona las emociones
Las emociones pueden ser nuestro gran aliado o nuestro peor enemigo. Cuando atravesamos situaciones difíciles es fundamental saber gestionarlas. No permitir que nuestro estado de ánimo se vea afectado negativamente y lo que es peor, que la situación acabe influyendo sobre nuestra salud.
Para ello, mantente activo, haz deporte, descansa y busca ratos de ocio en los que desconectar de lo profesional. Sí, no es sencillo, pero es mucho peor dejar que las situaciones nos superen y sean los acontecimientos los que decidan por nosotros.
2. No te detengas en situaciones que no puedes cambiar
Como dice el famoso proverbio chino:
“Si tienes un problema que no tiene solución, ¿para qué te preocupas?
Y si tiene solución, ¿para qué te preocupas”
Todos pasamos en algún momento de nuestras vidas por un momento difícil profesionalmente. Durante ese proceso, solemos necesitar un tiempo para enfrentarnos a la realidad, aceptarla y a partir de ahí tomar decisiones.
Lo cierto es que lo más habitual es empeñarse en intentar cambiar lo que no está en nuestras manos. Es un proceso normal: la aceptación lleva tiempo, pero la única formar de seguir adelante es avanzar al siguiente punto.
3. Descubre lo que has aprendido de la experiencia
Si has fracasado profesionalmente, seguramente puedas aprender mucho de ello. Los problemas nos ayudan a crecer y las dificultades a superarnos, a desafiar nuestros propios límites.
Gracias a la experiencia sabremos qué es lo que funciona y lo que no profesionalmente, qué es lo que nos gusta, lo que nos hace sentir mal, cuáles son las funciones en las que nos sentimos bien y somos eficientes y cuáles las que no.
4. Escucha lo que los demás pueden aportar
Cuando nos encontramos en medio de nuestro periplo profesional, puede pasarnos que no seamos capaces de ver más allá de nuestras narices. Gracias a la observación y escucha de los otros, es muy posible que seamos capaces de ver soluciones diferentes a la situación. Ya sabes: “dos cabezas piensan más que una”.
Pedir un consejo, aprender de la experiencia de otros o simplemente observar cómo resuelven ellos las situaciones puede ser esclarecedor y ayudarnos a tomar una decisión profesional.
5. Establece nuevos objetivos
Si algo no funciona, cámbialo. ¿Estás atravesando una situación profesional difícil? Puede ser que los objetivos fijados no fueran los correctos, no pasa nada, dale una vuelta y fija nuevos objetivos. ¿Qué es lo que deberías hacer ahora? ¿Qué es lo que querrías hacer ahora?
Solo tú sabes la respuesta y solo tú tienes el poder para cambiar las cosas.
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Pilar Benítez, mujer todoterreno
Traductora jurada y amante del poder de la palabra
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