Una palabra puede tener múltiples acepciones diferentes dependiendo de factores de lo más variopinto. Puede cambiar su significando en función de dónde la coloquemos en la frase o si la utilizamos para hacer referencia a una u otra cosa, por ejemplo, ya hemos hablado otras veces de cómo cambia el lenguaje si se hace referencia a mujeres u hombres. Sin embargo, estas palabras también varían su significado en función de la persona que la dice o escucha, debido a su bagaje, y si es nombrada con un tono u otro. Hoy quiero hablaros sobre las mujeres fuertes, algo que puede tener tantos significados como mujeres existen.
¿Qué significa que una mujer sea “fuerte”?
- Una mujer fuerte es aquella que cree en sí misma por encima de todo y todos: porque en el camino puede encontrar múltiples obstáculos que esquivar y superar y si no cree en sí misma, nunca podrá hacerlo. Además, tiene claro que si otras personas creen en ella es porque primeramente ella ha creído en sí misma y ha demostrado que es una persona en la que confiar. Esto es algo fundamental porque si en alguna ocasión cae y pierde esos apoyos, tendrá el soporte de la persona que más pudiera necesitar: su propia persona.
- Una mujer fuerte es aquella que toma decisiones sin dudar: esto no significa que sea impulsiva y tome decisiones a la ligera, sino que tras un proceso analítico y de reflexión sabe qué tiene que hacer y lo hace sin dudar. Asimismo, esto no demuestra cabezonería ni egocentrismo, puesto que si escuchando la opinión de terceras personas entiende que se ha equivocado o que debería encarar el tema desde otra perspectiva, lo hará, pero no se deja influir por gente sin argumentos, pero con muchas ganas de opinar.
- Una mujer fuerte es aquella que es ambiciosa con su futuro: porque si ella no quiere lo mejor para sí misma, ¿quién lo querrá? O, ¿cómo lo va a conseguir? Parece que la palabra “ambiciosa” referida a una mujer está llena de connotaciones negativas, pero lo cierto que el significado es el mismo que si se aplica a un hombre. Las mujeres fuertes tienen muy claros cuáles son sus objetivos y lucharán para conseguirlos con todas sus fuerzas. Por supuesto, cada una tendrá sus propias metas, ya sean empresariales, familiares, artísticas… La meta de la ambición no importa, sino la motivación que la ambición aporta para conseguirla.
- Una mujer fuerte es aquella que es auténtica porque se conoce a sí misma: no existen inseguridades ni falsedades en la vida de una mujer fuerte. Tener que fingir que eres alguien que no eres, por temor a no gustar o no ser lo suficientemente buena para determinadas personas, es algo que una mujer fuerte ni se plantea hacer. Cuando estás segura de ti misma sabes que generarás sentimientos totalmente opuestos en las personas, puesto que a algunos les encantará tu forma de ser y otras personas no podrán ni verte. Pero tú eres tú, y las personas que sepan ver tu autenticidad sabrán valorarte, sin que tengas que cambiar para agradar.
- Una mujer fuerte es aquella que aprende algo nuevo todos los días: una mujer fuerte, ¿nace o se hace? Aunque la actitud ayuda mucho, la fortaleza real, no aquella que es más brusquedad que otra cosa, se va ganando con la experiencia y el aprendizaje. Las mujeres fuertes saben aprender de todo y de todos. Es típico decir que se aprende de las caídas, pues es algo real, pero no solo de eso depende su aprendizaje. Lo cierto es que puedes aprender cosas realmente interesantes y útiles en una reunión de negocios, pero también en una charla casual en la calle, de tus hijos y tu familia, de los libros que lees y los programas o películas que ves. Cada día tienen múltiples experiencias delante de ellas, pero solo las mujeres realmente fuertes saben utilizarlas en su favor.
Para mí una mujer fuerte es aquella que representa todos estos valores y muchos otros. Pero hay algo que está claro, una mujer fuerte es aquella que siente que lo es y cada día sigue adelante para demostrarlo, no al mundo, sino a sí misma.
Pilar Benítez, mujer todoterreno
Traductora jurada y amante del poder de la palabra
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