Aunque el feminismo no es algo que se haya inventado en este siglo, es ahora cuando más de moda está. Pero no el feminismo como tal, sino un feminismo erróneo, radical y lleno de matices negativos que afecta a todas las mujeres que se declaran feministas. Hoy en mi blog quiero hablar del feminismo, del verdadero feminismo, y de lo desvirtuado que en ocasiones aparece en nuestra sociedad.
¿Qué es realmente el feminismo?
La lucha feminista se basa en un concepto muy sencillo, pero que muchas veces no entienden ni hombres ni mujeres: la igualdad. El feminismo defiende que hombres y mujeres sean tratados por igual y tengan los mismos derechos, por el simple hecho de que todos somos iguales. Y aunque esta lucha por la igualdad se ha denominado “feminismo”, lo cierto es que algo que incumbe a todos, más allá de su género, no solo a las mujeres.
Son muchas las personas que opinan que este feminismo ya no es necesario, porque las mujeres nos encontramos en una mejor situación que en años pasados y porque la lucha moderna debería girar alrededor de cosas realmente significativas. En el lado opuesto, están las personas que consideran que todavía quedan objetivos por conseguir y que consideran que no se está avanzando en las últimas décadas. Esta oposición de formas de pensar ha terminado provocando la aparición de radicalismos y odios entre las personas feministas y no feministas, que ha desvirtuado por completo el feminismo. Veámoslo con un ejemplo:
Cuando hablamos de feministas del pasado, siempre aparece el nombre de mujeres que lucharon por derechos básicos como el voto o la posibilidad de trabajar fuera de casa. Asimismo, las pioneras en determinados sectores laborales son referencias clave de este feminismo clásico. Ahora, si aparece una noticia feminista en los medios de comunicación habla de aspectos como que el cartel del baño de Ikea para cambiar al bebé, tiene forma de mujer cuando debería ser neutro o que unas chicas han salido con los pechos al aire para protestar contra algo. Cabe señalar que lo importante de la noticia es que iban con los pechos al aire, no el porqué de su protesta.
Y claro, con referencias así, es normal que aparezca el odio entre ambas partes.
¿Cuáles deberían ser las causas del feminismo actual?
Creo que es importante fijar el foco en determinadas causas que son importantes para las mujeres y que todavía deben ser solucionadas. Por ejemplo, la igualdad de salarios (y posteriormente de pensiones), es básico para todas las mujeres, pues su trabajo puede ser igual de bueno que el de los hombres. Asimismo, la libertad para vestir y ser como se quiera ser, trabajar en los lugares que se quiera y decidir sobre si se tienen hijos o no sin ser juzgadas, también son temas muy importantes.
Sin embargo, para fijar el foco hay que tener claro que lo que se quiere es la igualdad de derechos y que tanto hombres como mujeres, debemos luchar para ello. Porque no, los hombres no son el enemigo. Por supuesto que habrá hombres a los que todo esto les parezca innecesario, porque no les conviene, pero también hay mujeres que defenderán estas ideas anticuadas y hombres que querrán que cobres lo mismo que ellos. Generalizar es malo. Los radicalismos de ideas son peores.
De igual forma, las medidas que tratan de apoyar el feminismo, a veces son tan innecesarias como vejatorias. Por ejemplo, las medidas de discriminación positiva que obligan a las empresas a tener un tanto por ciento de trabajadores mujeres, no serían necesarias si existiese la igualdad. Si yo me presentase a un trabajo y hubiese un hombre que es mejor que yo, no me gustaría que me contratasen para cumplir un cupo. Simplemente, me gustaría que hubiese igualdad y que escogiesen a la persona con más aptitudes y capacidades, más allá de su género. Pero, ¿es esto realmente posible?
Pilar Benítez, mujer todoterreno
Traductora jurada y amante del poder de la palabra
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