Pocas veces verás disfrutar tanto a tus hijos como cuando los veas correr y jugar al aire libre. Cada vez es más común llenar a los niños de todo tipo de aparatos tecnológicos, algo que les distraiga, entretenga y que haga que dejen de molestar. Pero ahora que ha llegado el verano, ¿vas a tener a los niños encerrados en casa? Inculcar el amor por la naturaleza a tus hijos es algo que debes hacer, porque en ella los niños son simplemente eso, niños.
Niños y naturaleza: la mejor pareja posible
Desde hace varios años se ha empezado a hablar de un síndrome que hasta ahora parecía una quimera: trastorno por déficit de naturaleza. Este tipo de trastorno afecta a los más pequeños y hace que sufran problemas como el estrés, la obesidad o la depresión. Y es que son cada vez más los niños que sufren los mismos problemas que una persona de mediana edad.
Este trastorno tiene fácil solución: permitir que los niños disfruten de la naturaleza. Gracias a ella, los más pequeños no solo evitan padecer estos problemas de salud, sino que mejoran su desarrollo cognitivo y emocional, así como su destreza en la resolución de problemas y su creatividad.
¿Y qué actividades puedo realizar con mis hijos?
Como las posibilidades de cada persona son muy variadas, me limitaré a recomendaros las que suelo hacer yo con mis hijos. ¡Toma nota!
1. Actividades en el entorno rural: cada vez son más las familias que huyen del ajetreo de la ciudad hasta pequeños páramos rurales. Si este es tu caso, ha llegado la hora de convertir a tu hijo en todo un explorador. Piérdete (con cabeza) por todos los recovecos. Por el campo, por cuevas, por el bosque. Crea una aventura con tus hijos y empieza a descubrir cosas con ellos, ¡les encantará.
2. Actividades en la playa: ¿quién no ha creado un castillo en la orilla de una playa? Es algo que todos hemos hecho de niños, ¿por qué no lo hacemos con nuestros hijos? Una recomendación: invéntate una historia sobre algo que haya pasado en ese castillo, a tus hijos les encantará continuar la historia. Además, en la playa podéis disfrutar de todo tipo de actividades acuáticas. ¿O por qué no un partido a las palas?
3. Actividades en la ciudad: aunque este verano no puedas abandonar el núcleo urbano, también tienes actividades para disfrutar junto a tus hijos. Por ejemplo, pasear por los grandes parques que hay en las ciudades o pasar el día en alguna de sus piscinas y parques acuáticos, son dos de las mejores opciones posibles. O, al igual que ocurría en el campo, ¿por qué no te inventas una investigación que haya que resolver recorriendo las calles de la ciudad? Ha llegado el momento de callejear y perderse. ¿Por qué no probar?
Veladas en preciosas terrazas iluminadas por la luna. Largos paseos por las más bellas playas. Suena bien, ¿verdad? El verano ya está aquí y con él ha llegado el momento de disfrutar de todas aquellas actividades que llevamos tanto tiempo esperando. El problema es que muchas veces estamos tan cansados tras once duros meses de trabajo, que nos olvidamos de que nuestros hijos también pueden disfrutar del verano al aire libre. Y, además, es nuestro deber inculcarles este amor por la naturaleza.
Yo personalmente disfruto arreglando el jardín junto a mi hijos o viendo lo bien que se lo pasan jugando y correteando por la playa. Son pequeñas cosas, sí, ¿pero hay algo mejor que disfrutar de ellas junto a tus hijos?
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