Emprender no es un camino fácil. Muchas personas creen que es suficiente con tener buenas ideas y conseguir clientes, pero solo con esto el éxito no está asegurado. Todo aquel que se ha iniciado en la aventura del emprendimiento seguramente sepa que el desafío es mucho mayor, el camino es largo y el aprendizaje, constante. ¿Qué es lo que nunca debemos olvidar cuando emprendemos?
Podemos decir que emprender es elevar los sueños al plano de la realidad, por lo que de alguna manera el emprendedor está hecho de cierta pasta “soñadora”. Pero no es suficiente con esto, una persona que decide iniciar su propio negocio debe estar preparada para el cambio constante, para la incertidumbre, para la agilidad, para la toma de decisiones y sobre todo para el fracaso, porque, asumámoslo, emprender requiere un aprendizaje sobre los fracasos, pues los éxitos suelen enseñarnos menos.
Uno de los grandes referentes del emprendimiento, Steve Jobs, decía que “el único modo de hacer un gran trabajo en amar lo que haces”, y seguramente esta sea la clave por excelencia para un buen emprendedor, y no solo eso, ya que podemos aplicarlo a muchos ámbitos de la vida. Pero… no solo de amor vive el hombre, y por eso, te comparto estos cinco puntos que no debemos olvidar si queremos emprender.
1. Debes equivocarte
Sí, por extraño que parezca, tenemos la falsa creencia de que debemos fijarnos siempre en los casos de éxito. Claro, el éxito es un objetivo, pero no el camino. Para llegar al éxitodebemos interiorizar que muchas veces nos equivocamos y es gracias a nuestros errores que damos con la mejor forma para seguir avanzando y encontramos las soluciones.
No por ello debemos hacer hincapié en el fracaso, ni quedarnos ahí clavados. En realidad, todo es una cuestión de perspectivas. Michael E. Gerber, creador del e-myth o el mito del emprendedor (un libro sobre las falsas creencias que hacen fracasar a los pequeños negocios), lo explica de forma muy sencilla: un verdadero emprendedor ve oportunidades donde otros solo ven problemas.
2. Tu mayor valor es tu cerebro
Para emprender no necesariamente se necesita dinero, un equipo formado, un extenso plan de negocio o un plan financiero, clientes o inversores… todo esto ayuda y tarde o temprano tendrá que llegar. Sin embargo hay algo que sí o sí todo emprendedor debe tener: cabeza. Una buena idea, inteligencia y destreza para saber llevarla a cabo.
3. Sin un equipo no somos nadie
El ego es un gran aliado, pero también puede ser un compañero peligroso.
No sería la primera vez que cae una alta torre por pensar que solo nuestras ideas son buenas, que no necesitamos de nadie más, que podemos con todo, que no es necesario delegar, que escuchar está bien pero no es imprescindible…
Todo negocio debe tener un equipo funcionando como un engranaje perfecto, del que todos y cada uno de los implicados se sientan parte imprescindible. De alguna manera, el proyecto debe echar a andar solo, de alguna manera, el emprendedor debe ser el medio, no el fin del negocio.
4. Hazlo fácil
Muchas veces nos complicamos la vida. Le damos vueltas y vueltas a una situación, pensamos y repensamos una estrategia… No podemos tener todo bajo control, del mismo modo que no podemos paralizarnos en el mundo de las ideas.
A veces, la mejor forma de llegar a algo es simplemente haciéndolo. Simplifica tanto como puedas y actúa (si no sabes cómo, siempre puedes pedir ayuda).
5. Hay vida más allá del negocio
He aquí el punto más olvidado del común de los emprendedores. La vida no se reduce al trabajo. Cuida y disfruta de familia y amigos, ocio o aficiones, oblígate a tener tiempo libre, a desconectar. Además de los beneficios para tu salud y calidad de vida, hacer más cosas que pensar en el negocio, aunque no lo creas, repercutirá positivamente sobre él.
Hay veces en las que es necesario alejarse de algo para tener perspectiva, para tomar buenas decisiones y por qué no ¡para disfrutar más del negocio cada vez que empieces tu nueva jornada!
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Pilar Benítez, mujer todoterreno
Traductora jurada y amante del poder de la palabra
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