Idealización del embarazo y la maternidad
De cara a la sociedad, el embarazo de una mujer y su posterior maternidad siempre se ha visto como una bendición. En los anuncios de televisión o en las conversaciones más livianas del día a día se suele tratar este tema como algo de lo que cualquiera puede opinar.
Todos hemos crecido con la preconcepción de que el embarazo y la maternidad deben ser momentos perfectos y felices. La felicidad inunda la vida de los futuros padres, aumentando el amor y la complicidad en la pareja.
Lo cierto es que, según los expertos en esta materia, a lo largo de los años han observado situaciones que difieren mucho de la concepción idealizada que como sociedad tenemos de la maternidad.
Trastornos mentales perinatales: ¿qué son?
El embarazo puede ser un momento único en la vida de una mujer, pero en esta etapa y durante los meses posteriores al parto pueden darse diversos síntomas que desembocan en la posibilidad de sufrir un trastorno mental.
Vivir un embarazo, un parto y un postparto puede suponer un proceso complicado a nivel emocional y físico, llegando a avivar patologías presentes o previas. A esto se le conoce como trastornos mentales perinatales de ansiedad y del estado de ánimo, y afectan la salud mental de las mujeres que están embarazadas o que han dado a luz recientemente.
Las mujeres que tienen estos trastornos suelen perder el control de sus emociones y la habilidad para realizar las tareas diarias como pueden ser cuidar de su bebé o de sí mismas.
Los trastornos que pueden relacionarse con el embarazo o el periodo posterior a este son la depresión puerperal, el trastorno bipolar, la ansiedad, la conducta obsesiva y compulsiva y el estrés postraumático.
Síntomas de los trastornos del estado de ánimo perinatales
Todos los expertos en la materia matizan que no existe un perfil único o determinado asociado a este tipo de trastornos, sino que son diferentes en cada mujer. Asimismo, también se diferencian los signos que indican la necesidad de un tratamiento. Algunos de los síntomas más comunes son:
- Ansiedad o temor.
- Tristeza, llanto persistente o incapacidad de reír.
- Tensión o agitación extrema.
- Sentimientos de desesperanza, impotencia, desprecio o duda.
- Pensamientos confusos o incapacidad de tomar decisiones.
- Pensamientos de lesionar al bebé o a sí misma.
- Cambios en el estado de ánimo o en el apetito.
- Falta de interés en su hijo recién nacido.
- Dificultad para disfrutar.
- Falta de energía.
- Insomnio o agotamiento.
- Sentimiento de ser mala madre.
Este último es uno de los más comunes, y en el que se pueden recoger varios de los comentados anteriormente. Sin motivo alguno, el concepto de “mala madre” ha ido extendiéndose a lo largo de nuestro imaginario como si alguien realmente pudiera determinar qué es ser una buena madre.
Es evidente que existe una base sobre la cual reside esta idea fundamental, y desde la que se debe partir para eliminar el estigma social en este sentido.
Día Mundial de la Salud Mental Materna
Desde el 2016, el día 5 de mayo se celebra el Día Mundial de la Salud Mental Materna, con la finalidad de aumentar la conciencia social y dar a conocer esta realidad.
El objetivo común es sensibilizar a la población mundial y mejorar los recursos destinados a esta causa por los gobiernos.
Además de esto, desde hace años se está tratando de conseguir más inversión en la prevención, detección y tratamiento de los trastornos mentales durante el embarazo y el primer año de vida tras el nacimiento.
Prevención, detección y acompañamiento
En primer lugar, es muy importante que los profesionales de la salud tengan un rol activo en el acompañamiento de las mujeres que se quedan embarazadas y deciden ser madres. Esperar a que ellas lo expliquen es un completo error, y es que es vital preguntarles sobre su estado de ánimo o si sienten interés acerca de lo que les está ocurriendo.
La detección precoz evita que haya que tomar decisiones demasiado tarde, pero lo cierto es que existe un gran abandono en la inversión de la atención a la salud perinatal. Aunque existan días que ya conmemoren y visibilicen la causa, aún queda mucho por hacer y una pequeña parte está en nuestras manos.
En definitiva, hace falta visualizar el estigma y que no se esconda más ninguna patología.
“Hace falta que seamos claras y expresemos lo que realmente nos está pasando viendo que no solamente le pasa a una mujer”
Personalmente, me parece un tema sobre el que se debería hablar más en medios, charlas y reuniones sociales. Las mujeres merecen que no se les abandone a la suerte por el simple hecho de haber decidido ser madres.
Tras esto, creo que hay un mensaje que debe quedar muy claro: ser madre no implica poder con todo, ya que antes que madres somos personas.
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